miércoles, 31 de marzo de 2010

LA IMPORTANCIA DEL SALITRE PARA CHILE


OSCAR BERMUDEZ M. Ediciones Pampa Desnuda, 1987.
Una vez extraído el caliche y luego de habérselo partido en trozos menudos, su lixiviación se hacía cociéndolo con agua dentro de un fondo o un par de fondos de cobre, los cuales eran calentados a fuego vivo mediante una hornilla o fogón, el que, colocado debajo o entre los dos fondos, permitía darle calefacción a ambos. Con el aumento de la temperatura a que estaba sometida la masa en el interior de los fondos, se precipitada el cloruro de sodio y el agua iba saturándose cada vez mas del nitrato de sodio, lográndose así la separación de las distintas sustancias. Una vez disueltas éstas, el líquido saturado con las mismas -llamado aguas madres- pasaba a otro depósito donde era clarificado y terminaba cristalizándose. Cuando el salitre, que primeramente se encontraba en estado de solución, se cristaliza, es un grumo perfectamente blanco, de olor característico y que conserva humedad, debiendo ser expuesto a la intemperie para secarse.

Este primer sistema de elaborar el nitrato de soda, conocido posteriormente con el nombre de Paradas, se utilizó hasta la segunda mitad del siglo XIX, siendo frecuentemente reformado. Los fondos de cobre que se usaban eran los mismos que empleaban los españoles en el tratamiento de los minerales de plata y no cabe duda que fueron los mineros españoles los primeros elaboradores del salitre de Tarapacá, siendo eficazmente secundados por los indígenas que realizaban las mismas operaciones en diversos lugares de la Pampa del Tamarugal utilizando pequeñas pailas.

A mediados de 1830 el salitre fue comprado en Francia y Estados Unidos, casi enseguida en Inglaterra y mas tarde en Alemania, Italia y otros países europeos. El comienzo de la exportación de salitre al Viejo Mundo marca el hito más importante en la historia de la industria salitrera.
La industria del nitrato empezó a recibir nuevos impulsos a partir de la década de 1850. La provincia de Tarapacá contó con un mayor contingente de trabajo y capital expresados en la afluencia de hombres de empresa, en su mayoría extranjeros y principalmente chilenos. Ademas, en este período (1953) se implantó un procedimiento técnico para elaborar el salitre basado en la disolución del caliche por medio del vapor de agua, sistema debido al inventor chileno don Pedro Gamboni, gracias al cual surgieron las primeras oficinas dotadas de máquinas a vapor y con capacidad de producción incomparablemente superior a las del sistema de Paradas.

Hasta 1866 el yodo había sido una sustancia desaprovechada en la Pampa Salitrera. El mismo industrial e inventor chileno logró, después de largas experiencias, constituir un procedimiento para la extracción del yodo de las aguas madres y solicitó la patente y el privilegio legal para explotarlo.

En ese mismo año, otro hecho de trascendental importancia para el desarrollo de la industria del salitre tuvo lugar fuera del territorio peruano cuando el industrial y explorador chileno don José Santos Ossa, realizaba con éxito ante el gobierno de Bolivia las gestiones legales para explorar salitre en él.

En Octubre de 1869 se inició la elaboración de salitre en la oficina Salar del Carmen, la primera planta productora de nitrato que se instalaba fuera del territorio peruano, al sur del río Loa.

El primer ferrocarril salitrero, inaugurado a mediados de 1871, se estableció para unir el puerto de Iquique con el cantón de La Noria. Se establecóa asó una nueva era en el transporte salitrero, iniciándose el reemplazo de los antiguos caminos de herradura.

La causa decisiva e inmediata de la guerra entre Chile y Bolivia fue la transgresión, por parte de esta última nación, del Tratado de Límites vigente entre las dos países desde 1874. El impuesto que el gobierno de Bolivia impuso a la Compañía de Salitres y Ferrocarril de Antofagasta, infringiendo lo estipulado en dicho Tratado, precipitó el conflicto bélico cuando, negándose la Compañía al pago de ese gravamen, el gobierno boliviano ordenó el embargo de sus bienes, su venta en subasta pública, y posteriormente, la reivindicación de las salitreras mantenidas por la Compañía. La reacción del gobierno chileno fue la ocupación del puerto de Antofagasta, hecho ocurrido el 14 de febrero de 1879.

En el mes de abril de ese año la guerra estaba declarada, por una parte, entre Chile y Bolivia, y por otra entre Chile y Perú. La intervención peruana en el conflicto tuvo su origen en el Tratado de Alianza suscrito entre este país y el del Altiplano en 1873. Las operaciones militares fueron llevadas adelante hasta la entrada de las fuerzas chilenas en la capital peruana, en enero de 1881, liquidándose posteriormente los últimos restos de resistencia.

Antes de iniciarse la Guerra del Pacífico, más del 50% de las sumas invertidas en la explotación del salitre de Tarapacá eran capitales peruanos; el capital chileno ocupaba el segundo lugar, teniendo el tercero y cuarto los ingleses y alemanes. Además de esas nacionalidades, contaban con inversiones en la industria algunos pocos productores italianos, españoles, bolivianos y franceses, en orden de importancia.

Hacia 1890 y poco después, alrededor del 60% de la industria del nitrato estaba controlada directa o indirectamente por las sociedades anónimas que tenían su asiento en Londres. En los años siguientes, sin embargo, se observó un incremento de inversiones chilenas y alemanas y en adelante empezó a declinar la preponderancia de la influencia inglesa, quedando en proporción con la chilena en la primera década del siglo XX. En 1912 y considerando la producción conjunta de las dos provincias, Tarapacá y Antofagasta, los intereses chilenos representaban cerca del 40% y alrededor del 60% los de otras nacionalidades. La exportación superaba los dos millones de toneladas por año.

Uno de los aspectos al que no se le dió importancia suficiente en los primeros tiempos era la propaganda del producto, no obstante que para cumplir ese fin se formó en 1886 un Comité Salitrero Permanente. Una mejor organización de los medios, para dar a conocer el fertilizante en las instituciones agrícolas y agronómicas extranjeras, se estableció en 1884 al fundarse la Asociación Salitrera de Propaganda, la cual se convirtió en la Asociación de Productores de Salitre de Chile en 1919.

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